Este autorretrato, realizado en 1888, está dedicado a Paul Gaugin, su compañero pintor. Durante dos meses del año 1888, los dos trabajaron juntos en la casa de Van Gogh en Arles. En ocaciones llegaron a pintar juntos, pero surgieron conflictos entre ellos que precipitaron la primera crisis nerviosa de Vincent. Cada uno de los autorretratos del holandés es sumamente individual. En conjuno, todos ellos alcanzan una intensidad expresiva que es desvelada por los ojos del artista; sin embargo, varían considerablemente en los aspectos técnicos, como la paleta y la pincelada. Los autorretratos de Van Gogh constituyen una guía de su exploración y de su interpretaciones alternativas de los estilos impresionista y postimpresionista. En las 30 representaciones de sí mismo que realizó se puede observar los cambios en la aplicación de los colores, en el grosor de las capas de la pintura y en las direcciones de la pincelada. Cada uno de ellos se presenta como una experiencia distinta, cada uno constituye una ventana en su vida. Esta serie de pintura se ha comparado a menudo con la que realizó Rembrandt van Rijin (1606-1669). Ambos artistas produjeron un número similar de autorretrato, y cada uno de ellos pesee una fuerza expresiva única e individual. Rembrandt, sin embargo, realizó sus autorretratos a lo largo de toda su vida, mientras Van Gogh pintó los suyos en un lapso de cinco años, desde el final del período de Brabante, en 1885, hasta el último año de su vida en Saint Rémy y Auvers-sur-Oise.
miércoles, 29 de abril de 2009
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